Como Júpiter está emparentado con Sagitario simboliza el conocimiento que viene de las esferas propias del alma y el espíritu el cual faculta para poder mirar más allá y darle a la vida un sentido trascendente.  A su vez, el signo de Géminis se corresponde con las teorías, los conceptos lo que es una comunión ideal para todos los procesos acordes a la dinámica pensamiento.

Todo esto hace entrever que la amalgama entre Júpiter y Géminis nos recuerda la posibilidad para que a través del pensamiento trascendamos todas las instancias de nuestra vida. Como Júpiter está emparentado con aquello que no tiene fronteras y Géminis tiende a representar la curiosidad y lo juvenil convirtiéndose en el referente para avanzar, develar y poder por medio del estudio acceder a verdades inusitadas.

Como Júpiter viene a representar simbólicamente la conexión con lo divino y la interacción con lo que trasciende y Géminis la posibilidad de aproximarnos al otro, quiere decir que el paso de Júpiter por este signo faculta para relacionarnos de gratas maneras con el entorno, pero también para solucionar y dejar en el pasado lo que ya no suma en la interacción con el otro.

Esta conjugación abre las puertas para las relaciones sociales y para la interacción certera con los demás. Ahora es posible validar la presencia de nuevas fórmulas y lograr una aproximación segura. Es el momento de las interacciones amables y propositivas con el otro y ampliar el círculo social.

El astro de la expresión pródiga de la vida y de los grandes ideales, al cambiar de signo, se convierte en el motor que impulsa los sueños, las ilusiones y las motivaciones que impelen al ser humano a la acción y a la actividad. Es el momento para materializar y darle piso a los proyectos. La sincronía con estos escenarios puede ser fuente de luz, plenitud, y la conexión con la gran fortuna que es la espiritualidad.

Son personas encantadoras que tienen habilidades innatas para interactuar con el mundo y siempre cuentan con una idea que nutre y alegra la vida de los demás. Es un sinónimo del poder y una inusual magia con el verbo, que puede convertirse en el referente de la elocuencia y de la capacidad de incidir sobre el entorno. Es muy probable que saquen a flote sus cualidades para la mediación y su particular claridad de pensamiento. Al ser flexibles ante las creencias, ideas y convicciones de terceros, podrán exponer abierta y claramente sus puntos de vista.

Júpiter está emparentado con la filosofía y con la lectura que trasciende sobre la vida, lo que les aviva la disposición para filosofar y para acceder a comprensiones que les permitan mirar más allá. Se les está permitido rebasar fronteras y tener claridades inusitadas.

Cabe señalar que el planeta Júpiter es aquel que simboliza la suerte en las áreas de la realidad humana, y el hecho de que cambie de signo quiere decir que hay un nuevo grupo de personas que encuentran el camino del bienestar y la plenitud. En este caso son quienes han nacido bajo elementos de aire, como lo son Géminis, Libra y Acuario. Desde el mes de mayo cuentan con las mejores energías para resolver aquello que les preocupa. Dándose cuenta de que las bendiciones y las soluciones existen, y logrando caminar con la convicción de que todo saldrá mejor que lo previsto.

Los intelectuales, los escritores, los comunicadores avanzan bajo los senderos de las teorías y los conceptos y encuentran con el paso de Júpiter en Géminis un magnífico escenario que puede ser decisivo para realizar grandes proyectos o simplemente para acercarse a nuevos entendimientos.

Para quienes quieren conocer con propiedad y profundidad los alcances de Júpiter en la propia carta astrológica, les sugerimos acceder a nuestro sitio web https://www.astrologia.com.co donde podrán encontrar las especificidades de su carta natal e identificar el signo en el cual se encuentra, la casa que ocupa, los aspectos que tienen y analizar los detalles dada la correspondencia que tiene con su signo de nacimiento.

Hay que tener en cuenta que el paso de Júpiter por el signo de Géminis puede convertirse en sinónimo de una temporada en la que se dispersan los esfuerzos, hay una falta de concreción por excesiva teorización, y es difícil encontrar el cauce que permita focalizar y centrar las energías en una dirección. Es un ciclo en el cual es posible caer en la mentira, la superficialidad y en donde nos distanciamos de la verdad.

Júpiter entra al signo de Géminis y se empalma armoniosamente con Plutón y Urano.

Se refuerzan las relaciones interpersonales y se afianzan los vínculos con terceros, pero muy especialmente el conocimiento se abre paso de manera clara y fiable a fin de acceder a claridades inusitadas y comprensiones cósmicas. Se empalman el astro de la conciencia y la profundidad, con el astro de la luz y del cielo, como el referente estelar de una temporada en la que es factible iluminarse o simplemente penetrar en conocimientos que permitan encontrar el camino de una vida plena. Se abren puertas para los viajes por temas académicos y la disposición para rebasar todo tipo de fronteras.

Dada la amalgama de Júpiter con el signo de Géminis, proclive al conocimiento y a la integración es como si todo estuviera dado para generar aproximaciones interculturales, religiosas y de diversa índole tendientes a profundizar en nuevos saberes y a intercambiar conocimientos.