Tránsitos

La llegada de un tránsito planetario a la luz de la astrología es un referente estelar que impele al surgimiento de un nuevo orden y a descubrir otra manera de conectarse con la vida. Es como si llegara un haz de luz que permitiera mirar en direcciones no imaginadas e identificar otras formas de leer la vida y una fórmula para sacar a flote saberes enquistados.

Los planetas de la carta astrológica o aquellos presentes en el instante de nuestra primer inhalación son los  referentes estructurales del sendero que pretendemos recorrer y se comportan a modo de testigos tanto del camino a ser transitado como de los procesos a los que nos exponemos, de allí que los astrólogos amparados en ellos acceden a conclusiones en torno a lo que constituyen las fuerzas latentes o las energías potenciales con las cuales se viene a la vida y de la misma manera elaboran mediciones sobre la manifestación de determinado tipo de acontecimientos.

 En el ámbito astronómico la palabra tránsito alude al desplazamiento de un cuerpo celeste de menor tamaño, con respecto a otro de mayor envergadura, lo que se evidencia con los planetas de nuestro sistema solar en el sentido que, al girar en torno al sol, realzan la importancia del foco en el que

Cuando se hace viable conocer los tránsitos planetarios futuros sale a relucir la presencia del libre albedrío y las posibilidades que existen para resistir, tomar la enseñanza o simplemente explorarlos de una manera particular.

Contamos con la libertad de vibrar en tonalidades altas ante los procesos temporales que la vida nos ofrece y es aquí donde el libre albedrío sale a relucir, recordándonos que siempre es posible resonar de manera trascendente y que somos alquimistas con la potestad de encontrar los mecanismos internos para transformar interiormente lo que se vive.

Contar con la posibilidad de identificar con antelación el surgimiento de un escenario futuro nos ofrece múltiples potestades, de allí que surgen varias sugerencias ante los procesos a los cuales se va en camino: