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LA ALINEACIÓN PLANETARIA DEL SIGLO (FEBRERO 28 DE 2025)


LA ALINEACIÓN PLANETARIA DEL SIGLO (FEBRERO 28 DE 2025)

Cuando todo vuelve a su origen

Una alineación planetaria nos impulsa a rebasar la frontera del orbe individual y acceder a dimensiones inspiradoras que revelan el verdadero propósito de la vida. Es un acontecimiento que nos muestra a los humanos como una unidad, ya que todos poseemos un cuerpo similar, con centros energéticos (chakras), glándulas y sistemas que funcionan de manera parecida, lo que sugiere que pueden destrabarse y encontrar su verdadero cauce. Es un evento estelar que nos lleva más allá del ego y nos orienta hacia una tarea humana significativa, como cuando se descubre el verdadero sentido de la vida.

Cuando el ego pierde protagonismo

Se trata de un suceso cósmico y, por ende, terrestre y humano, que revela una serie de tareas que trascienden los propósitos e intereses del ego y del individuo. Las condiciones están dadas ante este acontecimiento estelar para retornar al origen, como sucede con una computadora que, tras dejar de funcionar por diversas razones, se reinicia y comienza de nuevo. Es una ocasión extraordinaria para retomar las riendas de nuestra vida bajo las premisas originales y darnos la oportunidad de respirar un nuevo aroma.

Cuando el reloj de la vida se detiene

Generalmente, los acontecimientos estelares tienen implicaciones individuales y afectan a algunas personas en particular, pero este suceso trasciende al individuo y abarca a la humanidad en su conjunto.

Cuando la reinvención del cielo inspira la renovación personal

Ante las infinitas posibilidades del ser humano para reinventarse y encontrar nuevas motivaciones, contamos con las sugerencias del infinito para dar un giro a nuestra vida y abrirnos a nuevas perspectivas.

Si en el cielo ocurre un proceso de alineación…

En la Tierra, los seres humanos somos un reflejo de las estrellas, pues llevamos en lo más profundo de nuestro ser la semilla de lo ocurrido en el universo desde tiempos remotos. Conservamos en nuestra historia una serie de sincronías con el entorno celeste, lo que sugiere que la alineación de los planetas se manifiesta también en esas estructuras recónditas que constituyen la esencia de nuestra existencia. Es un momento coyuntural en el que las sincronías trascienden la argumentación humana y abarcan las dimensiones del alma, el espíritu y la conciencia.

Los chakras y los planetas como una unidad

Para los hindúes y tibetanos, los chakras están vinculados con los planetas y viceversa, lo que sugiere que su alineación refleja la del cielo. Del mismo modo, cuando los planetas se alinean, estos puntos energéticos pueden armonizarse y convertirse en una fuente de extraordinarias experiencias interiores. Esto podría marcar el inicio de una vida con un propósito trascendente.

Muchas personas se esfuerzan por alinear sus chakras, y cuando no lo logran, pueden experimentar desajustes emocionales, hormonales y dificultades en su vida individual. Ante estos acontecimientos estelares, surge de manera natural un entorno propicio para esta alineación y el retorno al origen, como parte de esta sincronía cósmica.

Cuando la humanidad eleva su conciencia

Transitamos un período en el que la humanidad avanza por senderos tortuosos, dominados por los egos y la inconsciencia. Un suceso de esta magnitud representa una oportunidad para encontrar motivaciones trascendentes que permitan avanzar hacia el bienestar humano, el respeto por la naturaleza y la vida.

Estamos ante un acontecimiento estelar único, en el que se abren las puertas para reinventar los caminos y establecer las bases de un nuevo orden.

La observación del cielo desde las profundidades del ser

Así como percibimos el mundo desde la razón, también podemos conectar con este acontecimiento celeste desde las estructuras más profundas de nuestro ser. Se hace imprescindible apreciarlo con la mirada interior, esa visión que nos impulsa a despertar a las sincronías del universo y a reconocer las oportunidades que el cielo nos sugiere.

Esta alineación planetaria es una valiosa invitación a retomar la vida con un nuevo aliento, a respirar de una manera distinta a como lo hacíamos en el pasado. Es un momento clave en el que los procesos de alineación humana trascienden la razón y el cuerpo, accediendo a lo cósmico, lo eterno, lo místico y lo trascendente.

La música de las esferas

Para los griegos, la frase “música de las esferas” estaba estrechamente ligada a las energías sutiles que conectaban todo lo existente. Estas energías emitían notas y acordes que podían resonar en los oídos humanos y en las profundidades del ser, influyendo en la atmósfera y permeando toda la vida y la materia.

Estamos ante un acontecimiento estelar único que nos recuerda que es posible despertar a las sincronías del cielo, armonizar nuestra dinámica corporal con la del cosmos y trazar los caminos hacia el bienestar y la plenitud absoluta.

¿Qué hacer?

El cielo se convierte en un referente que nos recuerda la importancia de realizar ajustes en nuestra vida, corregir la dinámica mental y emocional, y disponernos con el alma para empezar de nuevo en distintos ámbitos de nuestra realidad. El propósito es avanzar hacia una vida plena, no definida por lo que tenemos, sino por lo que somos; no por lo que vemos, sino por aquello con lo que nos conectamos. Es un momento propicio para retomar disciplinas místicas y encontrar el cauce que da a la vida un sentido trascendente.

Cuando el cielo nos habla

Estamos ante un acontecimiento estelar maravilloso, en el que las condiciones están dadas para resonar en tonalidades trascendentes y elevar nuestra vibración, otorgándole a la vida un significado verdadero y profundo.

Cuando la conexión es posible

Ante un suceso de esta magnitud, tenemos dos opciones: contemplarlo físicamente, lo cual es totalmente viable, o sentirlo y apreciarlo incluso con los ojos cerrados. Es un acontecimiento celeste que nos recuerda las sincronías con las estrellas y la simetría con el infinito.

La alineación horizontal

En astrología, existen dos tipos de alineación: horizontal y vertical. La alineación horizontal ocurre cuando varios planetas se agrupan en una misma región del cielo, como sucedió en la primera quincena de febrero de 1962, cuando el Sol, Venus, Mercurio, la Luna, Saturno, Júpiter y Marte coincidieron en el signo de Acuario. Un fenómeno similar ocurrió en el año 2000. Estas alineaciones tienen un impacto individual, pues los planetas, al caer en una misma casa astrológica, entran en contacto con puntos específicos de la carta natal de cada persona.

Las alineaciones verticales

Las alineaciones verticales, en cambio, no tienen implicaciones individuales, ya que no se manifiestan en una misma casa astrológica ni interactúan con un planeta natal específico. Su efecto es global y colectivo, trascendiendo lo físico y armonizando los relojes cósmicos con sincronías que envuelven a toda la humanidad.

¿Quiénes se ven afectados?

Un acontecimiento de esta magnitud impacta a la humanidad en su conjunto. Todos los seres vivos, así como la materia misma, resuenan en frecuencias más elevadas. Es un llamado a encontrar el cauce para retornar al equilibrio original.