Cabe señalar que los orígenes de este festejo se pierden en el tiempo, ya que antiquísimas culturas consideraron estos días de gran estima y se dispusieron a realizar importantes reuniones y festejos. Es por esta razón que hoy existen vestigios en distintos lugares del planeta sobre estas celebraciones, para las cuales se erigieron incluso grandes monumentos como se puede apreciar en Stonehenge, en las Pirámides Egipcias, americanas y en otras construcciones las cuales, en su conjunto están relacionadas con la comunión manifiesta entre el sol y la tierra bajo las sugerencias de la traslación terrestre y amparados en el hemisferio norte.
LA FECHA
El solsticio de verano para el hemisferio norte inicia el día 20 de junio a las 16:45. Este dato está calculado para Colombia, Perú, Ecuador, Panamá y demás países cuyo meridiano de referencia es de 75W
LA CELEBRACIÓN DE SAN JUAN
En cada rincón del planeta desde tiempos inmemoriales han existido festejos derivados de la naturaleza y en este caso de las estaciones, las cuales tuvieron una importancia capital para sus habitantes. Es probable que los rituales hubiesen seguido como venían a no ser porque el imperio Romano entró en decadencia en el siglo IV y permitió que la iglesia católica empezara a tomar el control de estas festividades, llegando incluso a eliminarlas por completo, o por el contrario se mimetizaban con los ritos existentes, como ocurrió precisamente con los Celtas, en donde adaptaron las fechas de celebración católica según aquellas vigentes en esas regiones. Esta fecha (21 - 23 de junio) que tenía que ver con un proceso astronómico, fue transformada en la fiesta de San Juan.
LA VERBENA UNA PLANTA DEL SOLSTICIO DE VERANO
El término verbena hoy se utiliza para referirse a una celebración popular en donde se venden alimentos y existen distracciones para niños y en ellas se invitan a todas las personas ya sea con fines económicos o simplemente de celebración. Pero sucede que este término está relacionado con una planta que históricamente ha tenido una gran significación, por la multitud de cualidades que tiene en lo que atañe a la salud, al equilibrio de carácter mágico o energético. Es por esa razón que se incluyó en muchas ceremonias, prácticas y rituales con el fin de lograr determinado tipo de beneficios.
RECREANDO NUESTRAS NEURONAS
Las posibilidades del ser humano son infinitas, y si se disponen conscientemente hacer cambios estructurales, dejar malos hábitos, aclarar su norte lo pueden manifestar fácilmente, ya sea por medio de la meditación, ejercicios de respiración o las visualizaciones etc., en donde por el poder de la constancia y la repetición crean nuevos canales neuronales que se convierten en la fuente de la magia, para convertir en hechos sus sueños, ilusiones y esperanzas.
Es por esta razón, que estos días son propicios para abordar la existencia desde una dinámica distinta, por ende, los múltiples festejos, rituales y celebraciones. Sin embargo, algunas religiones atacaron estas prácticas sagradas en el sentido que llegaron inclusive a satanizar las plantas, la noche y lo femenino. Pero hoy que la humanidad va cambiando y orientando sus energías y rescatando sus potencialidades, tienen vía libre para reformular sus vidas.
NUESTROS HEMISFERIOS CEREBRALES
Hoy estamos en una cultura que nos permite poco a poco adentrarnos de nuevo en el mundo de las posibilidades. Como es el caso del estudio de los dos hemisferios cerebrales de los cuales uno tiene que ver con la razón, la lógica, lo concreto y lo tangible y el otro representa lo energético, lo espiritual, lo mágico entre otros, sin embargo, algunos estudiosos de las ciencias han puesto su mirada en la importancia del mundo espiritual, como un canal maravilloso que faculta al ser humano de hacer cambios inimaginables en su propia existencia. Por esta razón se hace necesario rescatar el sentido de lo sagrado, y movilizar a nuestro favor, esas otras dimensiones que duermen en nosotros. Vale la pena para tiempos como este, encontrar el camino del equilibrio entre lo material y lo espiritual ya que estamos facultados de estos dos tesoros para que en conjunto logremos la reconexión energética y todo aquello que nos permita transitar libremente por el sendero de la verdadera plenitud
EN TIEMPOS DE PANDEMIA VALE LA PENA AGRADECER
Como estas son celebraciones que se han realizado históricamente en grupo y con el calor humano; hoy la humanidad tiene la oportunidad de encontrar otros caminos de conexión y otras fórmulas de aproximación. Así que por el hecho de que la humanidad esté confinada, podemos encontrar los medios para lograr un tipo de acercamiento con el otro. Por ende, es una técnica maravillosa enviar en silencio un mensaje de amor, de gratitud, de bienestar, de paz a las personas que queremos, a los que pueden estar cerca, o lejos, a la naturaleza, al planeta, a Dios y así lograr despertar la unión real que no necesita de palabras si no de corazones y mentes palpitando al unisonó y generando potentes canales de sintonía.
CUANDO LA LUZ ANUNCIA SU DECLIVE
Esta es una celebración que ha contado históricamente con un elemento muy importante, como es precisamente el fuego, Los humanos en tiempos remotos se dieron cuenta que exactamente desde este periodo del año, los días empezaban a hacerse más cortos, hasta llegar a un mínimo que precisamente empata con el mes de diciembre, lo que generaba temor y aprehensión de que la luz no volviera, razón por la cual se valieron de múltiples prácticas con el fuego, ya sea por medio de fogatas etc, con el fin de llamar al sol y de reconciliarse con la energía lumínica para que la luz siempre estuviera presente y que su fuerza no menguara.
LLAMANDO AL PODER DE LA LUZ
En estos tiempos de pandemia y en pleno siglo veintiuno vale la pena llamar la claridad, la luz y la luminosidad a nuestra vida, buscarla de una u otra manera y hallar mecanismos que nos permitan conectarnos con su energía y entrar en la oleada de todo lo que ella significa como fuente de verdad, de comprensión, de liberación y de todo aquello que nos lleve a soltar las amarras, a reencontrarnos a iluminarnos. Por esta razón vale la pena en esta época introspectiva realizar prácticas ya sea por medio del fuego, con el fin de llamar la sabiduría y de permitir que esa luz nos lleve a pasar del mundo de las teorías, al de las prácticas y sobre todo al de las vivencias.
ALEJAR LOS MALOS ESPÍRITUS
Hay que tener en cuenta que esta es una temporada relacionada con el signo de Cáncer, que representa las energías espirituales y las dimensiones del alma, al igual que la relación que puedan existir con otros planos y también con nuestros antepasados, es por esta razón que precisamente en el curso de la historia, para esta fecha se realizaban prácticas tendientes a alejar los malos espíritus ante esto, vale pena reflexionar y entender que son los “malos espíritus” esto puede ser sinónimo de las malas energías, de los malos pensamientos, de la negatividad o de las energías densas con las que podemos ser consecuentes. Es un tiempo para la resiliencia y adecuada para rescatarnos a nosotros mismos y para declinar a todo aquello que se relaciona con la oscuridad de nuestra vida, como son nuestros temores, miedos e inseguridades.
CONCEDER DESEOS
Existió una tendencia muy marcada en las culturas antiguas para valerse de múltiples rituales con el fin de hacer solicitudes al universo para que se cumplieran los deseos, en esta época las doncellas visualizaban al hombre de sus sueños; pero también se comprometían en realizar cambios y ajustes en sus vidas para recibir beneficios, sabiduría y parabienes distintos. Esto quiere decir, que es como si en esta temporada estuviésemos en condiciones de conectarnos con nuestro destino, armonizar con aquello que nos compete vivir y de alimentar nuevas motivaciones.
