El encuentro del Sol y la Luna bajo el signo de Virgo se convierte en el punto de partida de un ritmo cósmico y, por ende, biológico que nos recuerda que todo está de nuestro lado para tomar las riendas de aquello que consideremos vale la pena. La clave de este ciclo se centra en soltar el pasado y declinar a las intranquilidades con el fin de avanzar con vigor hacia destinos seguros.
Una cita estelar
Como la Luna y el Sol en su perenne deambular por la bóveda celeste se encuentran nuevamente bajo el signo de virgo, aquel que representa en el mundo astrológico la perfección y la simetría, quiere decir que entramos en una temporada magnífica para llevar a cabo ajustes que faculten a perfeccionar procesos y procedimientos.
La Luna de los correctivos
Cada Luna nueva, según el espacio zodiacal donde se presente, se convierte en un referente que refuerza cualidades y enaltece atributos muy puntuales.
Debido a que se trata de una quincena en la que el Sol transita el signo de Virgo, significa que es un suceso lunar adecuado para detectar errores, fallos y para llevar a cabo ajustes y correcciones con especial claridad.
Vale la pena, a la luz de estas energías, hacerse consciente de los conflictos y encontrar el camino de una vida plena derivada de un trabajo interior.
Comenzar de ceros
El proceso biológico promotor de la vida cuenta con referentes de gran estima con el fin de recomenzar sus ritmos y de retomar el impulso vital. A partir de la Luna Nueva es donde las células se llenan de nutrientes y encuentran la senda de la fortaleza, de la vitalidad y de la salud.
Nuevas motivaciones
Cabe señalar que, si desde el punto de vista astronómico y biológico con la Luna nueva todo reanuda sus ritmos, de igual manera en el caso de nuestra propia vida, podemos comenzar de ceros teniendo como base o piso, un guía, un buen libro o un muy buen motivo con el fin de lograr la mejor versión de nosotros mismos. Así que el primer paso es: saber ¿qué es lo que queremos?, establecer si nuestro objetivo es intelectual, emocional, espiritual o energético, etc., y hacer lo posible por direccionar las energías a favor de transformar aquello que interfiera con la meta. De esa forma la clave se convierte en volcar la atención y el enfoque en la pretensión de alcanzar las metas propuestas.
La fecha
El 2 de septiembre de 2024 a las 20:57 (08:57 Pm) según el meridiano 75 W la Luna y el Sol se unen bajo el signo de Virgo.
Luna nueva de tierra
Como se trata de una Luna que transita por el elemento tierra (Virgo), quiere decir que fortalece a los demás signos de su mismo elemento (Tauro y Capricornio), lo que hace entrever que es un suceso celeste ideal para resolver asuntos financieros y para encontrar senderos de certezas y convicciones desde el punto de vista material.
Las condiciones están dadas para dejarse llevar por el sentido común y para hacer lo correcto.
En el plano individual favorece retomar proyectos, pero también asumir actitudes claras, firmes y definitivas en determinadas áreas. Vale la pena aprovechar este cambio lunar para darle piso a lo que apreciamos importante.
Los implicados en este suceso
Quienes nacieron cerca a los días 2 de diciembre y 1 de junio durante esta próxima quincena vivirán momentos difíciles y se sentirán bajo grandes presiones que los llevarán a reformular su proyecto de vida y a clarificar lo que realmente quieren hacer.
Quienes nacieron cerca del 1 de enero y 1 de mayo encuentran un cauce fiable para llevar a cabo acciones contundentes que pueden dar pie a reformular y abrigar motivaciones, proyectos y planes que logran evolucionar de manera certera.
Quienes nacieron cerca al 2 de septiembre están en un periodo de renovación y clarificación de sus prioridades, como un proceso que se hace presente cada diecinueve años, que les ofrece todas las alternativas para reformular su proyecto de vida y darle importancia a lo que realmente vale la pena.
El calendario lunar
En el calendario lunar se evidencia una frase que resume la dinámica energética propia de la semana, en esta oportunidad se destaca la palabra “materializar” lo que indica que es un periodo para evidenciar qué las acciones concretas producen resultados tangibles.
