Zodíaco es el cinturón imaginario que se extiende aproximadamente 8° a uno y otro lado de la eclíptica y cuya presencia se recrea año tras año producto de la trayectoria del Sol sobre la bóveda celeste. Su ancho se calculó en un principio considerando las órbitas del Sol y la Luna al igual que las de los cinco planetas conocidos por los pueblos de la antigüedad (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno). Esta zona estelar se ha dividido desde tiempos remotos con base en las agrupaciones de las estrellas y de los signos. Por lo cual surgen en esta misma franja del cielo dos maneras de apreciar las cosas: contemplando las constelaciones recibe el nombre de ‘zodíaco sideral’ y teniendo en cuenta los signos se utiliza el término de ‘zodíaco trópico’. Y como es obvio se ha convertido en la fuente de dos ramas muy importantes de la astrología, las cuales cuentan con diferencias significativas, pero también con una serie de coincidencias de gran estima.
Los signos del zodíaco son: Carnero, Toro, Gemelos, Cangrejo, León, Virgen, Balanza, Escorpión, Centauro, Macho Cabrío, Aguador y Peces y cabe mencionar que cada uno tiene 30° exactos de longitud.
Las constelaciones zodiacales son: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis; cada una de ellas tiene un tamaño distinto porque las agrupaciones de estrellas de algunas de estas constelaciones abarcan un espacio mucho mayor que otras. Estos hechos han dado pie en el curso de la historia a múltiples contradicciones hasta que en la actualidad ha surgido una nueva forma de apreciarlas en torno a los grados exactos de su longitud. De la misma manera los astrónomos han incluido la constelación de Ofiucus, lo que marca la pauta sobre las grandes diferencias entre astronomía y astrología.
La unión astronómica internacional se apoya en las constelaciones y no contempla los signos zodiacales razón por la cual en 1930 decidió incluir en las constelaciones zodiacales a Ofiuco o Serpentario lo que no tiene ninguna significación el ámbito astrológico ya que ésta se ampara en los signos del zodíaco que son aquellos relacionados con luz las estaciones y con sus puntos de partida derivados de las sugerencias que erige el hemisferio norte.
Tanto los signos del zodíaco como las constelaciones cuentan con un referente de gran estima que permite su diferenciación, en el sentido que el inicio de las constelaciones es cero grados de la constelación de Aries y el de los signos, cero grados del signo Aries y sobre este particular cabe señalar que hace unos 2000 años estos dos coincidieron perfectamente. Estos hechos se derivan del movimiento axial del eje terrestre o mejor conocido bajo el nombre de precesión de los equinoccios, sobre el que platón y sus seguidores hicieron énfasis y lograron apreciar que se trataba de un ciclo de casi 26.000 años; por lo cual, para que vuelvan a coincidir los cero grados del signo de Aries con los cero grados de la constelación de Aries se requiere el transcurrir de esa cantidad de años.
Entre la diversidad de zodíacos que existen están el inca, el muisca, el griego, el romano, el egipcio y otros más que tienen presente como su punto de partida las fechas de los solsticios o de los equinoccios, las cuales se hallan emparentadas con el zodíaco de los signos y no precisamente con aquel de las constelaciones.
