Según la física, las masas, las distancias, la densidad y la velocidad manifiesta entre dos o más cuerpos que interactúan son fundamentales sobre los niveles de atracción que poseen, de allí que los alejamientos y los acercamientos de los diferentes planetas a la Tierra sean relevantes a la hora de precisar su capacidad de influencia. Se puede señalar que el sistema solar es un engranaje magnético y gravitacional, en el que cada uno de sus integrantes cumple funciones claves en los demás; como prueba de ello en el año 2003, Marte se aproximó a la Tierra y se empalmó con Urano por un periodo de seis meses, lo que condujo al surgimiento de alteraciones climáticas muy significativas, lo cual se reflejó en un aumento significativo de la temperatura en Europa, fenómeno que dejó un saldo considerable de personas muertas. El fluido eléctrico en la ciudad de Nueva York se vio interrumpido por varias horas, lo que causó enorme conmoción, ya que este sistema es uno de los más seguros del mundo. El astro rojo volvió a acercarse a la tierra en 2020 formando un aspecto tenso con Plutón, lo que coincidió con una infinidad de decesos y de acontecimientos descontrolados que afectaron a la humanidad. Entre finales el año 2022 e inicios de 2023 nuevamente Marte se acercó a la tierra en un ángulo disonante con Neptuno convirtiéndose así en la fuente de situaciones de orden global que generaron intranquilidad y complejidades en el mundo por la guerra entre Rusia y Ucrania y por las situaciones inciertas de las que fue fuente con las consecuencias globales que esto tuvo.
