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Las estaciones a la luz de la Astrología

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Las estaciones constituyen un suceso de carácter cósmico que permite la renovación matemática de la naturaleza en el curso del año. Estas, como ciclos normales de la naturaleza, se determinan mediante el movimiento de traslación terrestre, que origina el cambio del Sol de un hemisferio a otro, delineando cuatro puntos importantes como son: Primavera, Verano, Otoño e Invierno.

Existe un paralelismo entre el momento en que inicia una estación y el paso del Sol hacia uno u otro hemisferio, o de su llegada hacia el punto más alto en el hemisferio norte o el más bajo en el hemisferio sur.

La naturaleza del verano

Es la etapa del año según las circunstancias climáticas predominantes y las energías manifiestas que conllevan a que la naturaleza se vista de un ropaje muy particular y a que tanto los animales, las plantas como los seres humanos se vean impactados por la fuerza que la naturaleza posee en un momento dado. El verano astrológicamente se relaciona con el elemento fuego que hace recordar el dinamismo la actividad la fuerza y el empuje propio de los signos que hacen parte de esta etapa es quizás para que nacen en especie si lo la necesidad es sobresalir de brillar y de ser el centro de la atención y de sentir el aplauso de terceros y de contar con la anuencia de los demás.

La naturaleza de la primavera

Inevitablemente es una época del año que recuerda el poder de la creatividad y la disposición para abrirse camino para abrir puertas y para gestar un proceso con tal fuerza que tenga repercusiones durante los siguientes 12 meses una temporada que promueve la pasión la fuerza el empuje el ánimo la capacidad de hacer y la disposición para construir. Es probable que por la fuerza propia de este período quienes nacen en esta época zinc y en hacia el individualismo y tengan la certeza que le pueden a la vida y que los demás están esperando de sus acciones decisiones e iniciativas.

La naturaleza del otoño

Es la temporada del año relacionada con el aire señalando la naturaleza que le que le caracteriza y la expresión cambiante que le es propia es probablemente una temporada en donde se invita a departir con terceros que interactuar con los demás, a ampliar las miras y los campos de acción a encontrar el cauce de la flexibilidad y de la fluidez. Es una temporada que promueve la interacción con los demás al igual que la reflexión sobre los acontecimientos cambiantes que se hacen presentes en el entorno.

La naturaleza del invierno

Como se trata de una temporada en donde la naturaleza producto de sus rigores y de las exigencias que le son propias y nivel movimiento la actividad el dinamismo coarta la expansión conlleva a tener que detenerse y afectar correctivos de diversa índole ya que no es fácil salir de la casa y avanzar con la libertad y la ligereza de otros tiempos sino que más bien es un período que promueve el recogimiento exige detenerse evaluar y ganar revisar meditar y puede también denotar el surgimiento de una postura temerosa insegura.

EL COMPORTAMIENTO HUMANO

La observación de lo que sucede en la naturaleza durante estos 4 lapsos de tiempo que se repiten año tras año, es decisiva para comprender sus implicaciones filosóficas y sus correspondencias con la vida del ser humano. Todo movimiento terrestre lleva implícito un movimiento celeste, de allí, que el nacimiento del hombre no sea causal y que el momento de la estación en que se nace sea de mucho valor para hallar la función y los atributos que se han de manejar en el curso de la vida presente.

Astrológicamente se señala que es muy distinto nacer en primavera, verano, otoño o invierno.

Nació en primavera

Tiene una notoria disposición para ver con pureza y calidez la vida y para hacer uso de la ingenuidad y del dinamismo de la infancia.

Maneja el impulso de la infancia que forja en sus tres signos la pureza, la ingenuidad y la búsqueda de razones y de respuestas a las inquietudes que permanentemente la vida le va dando. Es una persona activa, con buena disposición lúdica y en algunos casos infantiles hacia lo que los rodea.

Nació en verano

Serán personas para las que lo fundamental en la vida es el servicio a sus semejantes. Manejan el impulso de la juventud y usualmente tienen inquietudes muy acentuadas sobre el amor y sobre el despertar de los sentimientos, condiciones que son motivo de trabajo, y por ello de dolor y plenitud. Tienen la capacidad de crear.

Son muy permeables a los sucesos que los rodean, los cuales pueden fomentar alteraciones y cambios internos que se reflejan en lo externo, con respecto a sus actividades y actitud ante la vida.

Nació en otoño

Serán personas llamadas a alcanzar un nivel de comprensión superior, ya que la fuerza de la madurez y confiabilidad les acompaña. Poseen la fuerza de la madurez, mas eso no quiere decir que ya sean maduros sino que tienen que fomentarla; la vida los va presionando para que aprendan a mirar y a enfocar todo con serenidad, aplomo y firmeza.

Es el tiempo en el que se posee la máxima energía física, por lo que estos nativos usualmente son dados a las actividades que permitan la canalización de esta energía en forma productiva. Se aviva la certidumbre y la seguridad en aquello con lo que se relacionan.

Nació en invierno

Serán personas con el poder de la experiencia y el potencial máximo de comprensión y entendimiento. Es el tiempo de personas solitarias y reflexivas. Tienen la fuerza de la vejez, es decir, de la experiencia. Se van a sentir siempre presionados a emplear un conocimiento o una experiencia que no poseen, pero sobre la que deben trabajar.

Tienen una fuerza que los impulsa a hacer acopio de la vida y a buscar las repercusiones y consecuencias de lo que les ha ocurrido. Son usualmente reflexivos, aunque algunos un tanto pesimistas y temerosos.

LOS SIGNOS Y LAS ESTACIONES

Las estaciones proporcionan una perspectiva fundamental sobre los signos, originando las cuadruplicidades; es decir, los cuatro signos que abren las estaciones o signos cardinales, los cuatro signos que se hallan en medio o fijos, y los que se presentan en el último mes de cada estación o signos mutables.

Cada estación contiene tres momentos de un mes cada uno, que se corresponden con los signos. Cuando inicia una estación, la naturaleza recibe un poderoso impulso tendiente a alcanzar un nivel definido, en el cual permanece un mes. El segundo mes es el de la estabilidad en los procesos logrados. El último mes es el que permite la disolución, que prepara el camino para la siguiente estación.

Según las estaciones los signos se dividen en:

Signos cardinales 

Son los signos que abren las estaciones por ello impulsan, dan el primer paso, crean, animan, establecen nuevas condiciones. Tienen una energía animadora que se apoya en su creatividad, pero sin embargo, no logran la estabilidad o persistencia de otros signos. Su función es la de conseguir las semillas, la tierra y permitir que el proceso de una plantación se emprenda, mas no cosechan. 

Dedican su energía creativa a:

Aries Forjar nuevos horizontes. A defender físicamente a sus semejantes. A sobresalir por su energía expansiva. A tecnificar.

Cáncer La familia. A proteger a su seres. A desarrollar fuerzas místicas o espirituales. A sensibilizar procesos. A articular su vida afectiva.

Libra Ingeniar, a desarrollar planes e ideas para su beneficio o el de los demás. A fomentar la paz, la armonía. A idear e idealizar procesos.

Capricornio Ascender, a escalar permanentemente. A construir y a establecer cimientos como la tierra a la que pertenecen. Su impulso, por ser de este elemento, es el más concreto y tangible al dar su fuerza cohesiva.

Signos fijos 

Son los signos que se presentan en medio de las estaciones por ello poseen la capacidad de soportar y de convertirsen en columnas. Su función es la de manejar siempre el flujo, la de continuar los ritmos. Sus energías son canalizadas en forma unilateral, fija, lo que fomenta también la terquedad, la obstinación y las ideas fijas. Son perseverantes y estables. A donde llegan ayudan a sobrellevar las cargas. En general son individuos fuertes, resistentes. de gran energía, pero a su vez tranquilos y pesados. Los procesos de sus vidas se manifiestan con lentitud y parsimonia; lo que se proponen tratan de llevarlo a cabo a como de lugar, no cambian de parecer con facilidad.      

Dedican su energía movilizante a:

Tauro Los asuntos económicos y materiales. Su energía es la más objetiva, consistente y tangible a los sentidos físicos. Al desarrollo material.

Leo Ser el punto central de sus semejantes. A lograr y mantener el prestigio. Al desarrollo organizativo. A conservar el poder.

Escorpión Transformarse, a cambiar y tomar conciencia. Al sexo y a los placeres. Al desarrollo interno. A poseer.

Acuario Luchar por la igualdad y por la independencia. A crear, descubrir, innovar e inventar. Al desarrollo intelectual.

Signos mutables 

Son los signos que cierran las estaciones por ello tienen la fuerza suficiente para ayudar a limar asperezas entre los demás. Hace personas móviles, cambiantes, con capacidad para hacer muchas cosas al mismo tiempo, razón por la cual son usualmente multifacéticos, con habilidades y destrezas en diversos y variados asuntos. Su función es la de unir los polos opuestos y la de mediar. El problema que afrontan es la inestabilidad que les caracteriza.  

Dedican su energía movilizante a:

Géminis Labores intelectuales y a lo que permita establecer nexos con quienes nos rodean. Su capacidad de unir a los demás la expresa mediante la comunicación y el diálogo.

Virgo Lo que requiera lógica, análisis, sistematización. Su talento para integrar a los demás se basa en su mente analítica y en su crítica.

Sagitario Lo que les permita ampliar sus horizontes y fomentar a los demás el amor al cambio, a los viajes y a lo lejano. A mediar por su alegría.

Piscis Labores místicas, espirituales y de servicio a los demás, mediante lo cual pretenden ayudarles a avivar el desprendimiento. A interceder por su abnegación, entrega y cooperación.