El vocablo ‘zodíaco’ se deriva del griego (ζῳδιακός) en donde su primera parte contiene la raíz ‘ζῷον’ que habla de animal y la segunda ‘ὁδóς’ que se concibe como pertinente a camino, sendero o espacio a ser recorrido. Su grosor es de unos ocho grados a lado y lado de la eclíptica que es la zona por la que se desplazan los diferentes planetas al igual que el sol y la luna. Su tamaño es el mismo de la eclíptica, ya que constituye un gran círculo que cuenta con 360°, los cuales se subdividen en espacios de 30° para cada uno de los signos zodiacales.
En cierta medida puede decirse que el zodíaco es como un modelo estructural y un referente circular que es de gran estima en la astrología. El sol todos los años recorre los 360° del zodíaco y cada planeta lo hace según su velocidad de giro y por ser obvio los lentos se demoran mucho más tiempo como ocurre por ejemplo con Saturno que se tarda casi 30 años el recorrer esta circunferencia.
La palabra zodíaco lleva en su seno del antiguo griego el vocablo ‘zodion’ cuya interpretación alude a ‘las figurillas’ que se concibieron por los griegos como queriendo hacer mención a las figuras que se podían recrear en el imaginario humano al conjugar las estrellas y formar así las constelaciones. Porque se trataba indiscutiblemente de ‘figurillas’ que se formaban en el cielo y que fueron su fuente de inspiración. Hay que señalar que el conocimiento astrológico cuenta con varias vertientes, en el sentido que bien puede referirse de manera directa a un saber derivado de los investigadores que con su capacidad de análisis y particular inteligencia pudieron encontrar luces que les ofrecieron certezas; pero al margen de ellos, no se desestima que la astrología y las escuelas iniciáticas, los sacerdotes o meditadores que han existido desde siempre hayan realizado una tarea interior tendiente a conectarse con verdades estructurales o sustanciales con las cuales accedieron a estas conclusiones.
La palabra ‘zooidion’ alusiva a ‘zodíaco’ es un referente para evidenciar los campos de acción de los planetas en la dinámica vital terrestre. En este orden de ideas el vocablo ‘zoon’ refleja la presencia de una figurita ya sea que fuera pintada o por el contrario tallada que constituye un símbolo inspirador sobre la correspondencia existente entre los celeste y lo terreno.
