En el ámbito astrológico Tauro, Leo, Escorpión y Acuario sintetizan los elementos de la naturaleza, puesto que Tauro se relaciona con la tierra, Leo con el fuego, Escorpión con el agua y Acuario con el Aire; la razón de esta analogía yace en que dichos signos coinciden con la mitad de cada estación: primavera, verano, otoño e invierno. Sin embargo, este cuaternario también fue empleado por diversas culturas para referirse a la máxima cima de la solidez a la que accede en las estaciones por lo cual las representan en gran medida. Sus glifos fueron fuente de inspiración para los egipcios, quienes construyeron la esfinge de Gizeh, apoyada en la simbología de estos cuatro signos ya que evoca las posibilidades del ser humano de acceder a otros estados de comprensión, pues en lenguaje egipcio las imágenes del Toro (Tauro), el León (Leo), el águila (Escorpión) y el ángel (Acuario) fueron utilizadas en muchas de sus construcciones como se aprecia con ésta mole de piedra tiene cara de ángel, patas y cuerpo de toro, melena de león y alas de águila.
