Contar con la posibilidad de identificar con antelación el surgimiento de un escenario futuro nos ofrece múltiples potestades, de allí que surgen varias sugerencias ante los procesos a los cuales se va en camino:
Conocer de qué se trata.
Averiguar cuánto dura.
Indagar sobre las áreas implicadas.
Precisar si se trata de un ángulo exigente y tenso o por el contrario facilitador.
Valorar la posibilidad de una injerencia de la voluntad sobre ese proceso o si por el contrario se trata de algo exterior que llega.
Identificar cuáles son los atributos más elevados del astro forjador de los acontecimientos (el planeta en tránsito).
Estudiar el planeta de la carta natal con el fin de conocer lo que representa en lo colectivo y lo que simboliza en el ámbito personal (el planeta afectado).
Si se trata de un ángulo tenso es de gran estima generar disciplinas y dinámicas que sean fuente de una alta exigencia.
Si se trata de un aspecto facilitador requiere asumir una actitud adecuada para magnificar estas energías y aprovechar de la mejor manera esta etapa expansiva.
Cuando vivimos un tránsito planetario
Al explorar determinados ciclos astrológicos, existen opciones actitudinales que pueden marcar la diferencia.
Tener cuidado con posturas demasiado verticales o rigurosas ante los ángulos tensos.
Se requiere cuidado con las actitudes demasiado laxas con los ángulos armónicos y favorecedores.
Entrar en un proceso de auto observación durante este período porque es como si el universo acomodara sus hilos para que pudiera aproximarse a todo lo que representa ese planeta y poder develar los misterios que el cielo le sugiere.
