Cuando se hace viable conocer los tránsitos planetarios futuros sale a relucir la presencia del libre albedrío y las posibilidades que existen para resistir, tomar la enseñanza o simplemente explorarlos de una manera particular. Aquí es donde se evidencian las potestades que cada persona tiene de vibrar en una tonalidad específica y a raíz de eso, de vivir distinto lo que le corresponde, e incluso de hallar interpretaciones constructivas a lo que le ocurre.
Adelantándose en el tiempo
Si nos enteramos de los tránsitos y conocemos con antelación sus campos de acción y entendemos que a la vida le pedimos aprender y desarrollar experticias, podremos responder debidamente ante los tiempos retadores, tendremos el músculo tirante en el momento adecuado y nos dispondremos de la mejor manera a la llegada de las vicisitudes u oportunidades. Es aquí donde sale a relucir la mayor inquietud humana como es la pertinente a ‘la misión’, porque en realidad lo que vale no tanto es lo que se hace, sino la conciencia que se tiene a la hora de hacer con los cinco sentidos lo que corresponde.
