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La astrología solar y lunar

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Para la Astrología el creador se vale de leyes con las cuales regula su obra, motivo por el cual, los astros, como medios físicos, dan pie a que las leyes se cumplan, ya que son los testigos estelares, de los sucesos que se expresan sobre la faz de la Tierra. Por ello, el cielo se considera como un libro abierto, dispuesto siempre, para que la humanidad conozca y se conozca. Del Sol y la Luna, como los astros de mayor importancia, han surgido dos tipos de Astrología: la solar y la lunar.

A diferencia del pasado en donde cualquier persona se dejaba deslumbrar por la luminosidad de las estrellas de las noches claras, en la actualidad sólo ha quedado la Luna, ya que tanto la contaminación como la luz de las ciudades impide recrear la vista y dar vuelo a la imaginación con una noche estrellada. Lo cierto es que el papel protagónico que la Luna ha cumplido en occidente, en el quehacer agrícola día a día va pasando a un segundo plano, para convertirse en la gran aliada de los habitantes de las grandes urbes, ya que le aporta datos precisos sobre los mejores momentos para sus negocios, mudanzas, labores hogareñas, tratamientos médicos, estéticos y demás. En la Astrología cada momento se concibe como un instante mágico, por ello, cada vez que se pone en movimiento un engranaje o se emprende algo, ese algo toma vida propia y se abre una puerta que ha de llevar a experimentar algunas situaciones, cuyo manejo, en algunos casos, no precisamente dependen de la persona, sino del cielo que dio el impulso para que esto tuviera su propio camino. Los enfoques de los magos y alquimistas del pasado, dan un gran realce al cielo de cada momento, por ser la referencia donde se ponen en movimiento energías muy precisas, con las cuales aquello que se emprende se ve imantado por la fuerza del mago, por los elementos que se manejan y sobre todo por el cielo que ve la obra de las manos humanas.