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Definición del ascendente

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Los antiguos griegos tenían la convicción que la captación de las imágenes por parte de nuestros ojos era similar a la dinámica característica del sol y de la luna, por lo que era lógico que la diosa de la vista Tea “Θεία” Thea fuese también madre de Helios “λιος” Hếlios (sol), de Selene “Σελήνη” Selếnê (luna) y de Eos “ώς” Êós” (Aurora). La misión de Tea era la de ser fuente de luz y lumbre para todo lo terreno y por ende lo humano, compromiso que cumplía a cabalidad por la intercesión de sus hijos, de manera tal que este proceso se reiteraba en el amanecer de cada día.

La valoración del oriente para una localidad específica es un referente decisivo en la dinámica individual que refuerza la importancia de los momentos que contiene cada día y de la cuantía del ascendente y por ende de ese lugar lleno de luz y de energías radiantes que marca hitos en lo personal y que se convierte en un asidero de sugerencias sutiles que conducen a alimentar certezas sobre el camino a ser recorrido, pero también, de la capacidad que se tiene de reflejar hacia los demás los matices que nos caracterizan.

El ascendente en un determinado signo zodiacal indica los patrones de conducta cotidianos o habituales y representa el esquema normal de reacciones ante los estímulos del medio ambiente, sobre todo cuando la persona actúa de forma natural y sin haber planificado previamente su proceder.

El signo natal es el más conocido y empleado en los periódicos y revistas proviene de la traslación de la tierra y refleja la naturaleza esencial y las conductas cuando son interiorizadas y meditadas previamente. Por su parte el ascendente se origina de la rotación, alude al signo que aparece por el horizonte en el momento natal y da luces sobre la persona en su conjunto, actuando como de igual o mayor importancia que el solar, solo que para precisarlo es imprescindible contar con la fecha y la hora de nacimiento para una localidad específica.

El Ascendente representa el esquema normal de reacciones ante los estímulos externos. En cambio, el signo solar se concibe como sinónimo de una energía estructural o esencial que conlleva a proceder de manera pura y sin las exigencias del medio ni de lo aprendido, ya que prevalece un impulso natural que se origina desde lo profundo del ser y es aquí donde puede tener injerencia lo pertinente a los genes, a las otras vidas o en este caso a lo arquetípico.

Según la Astrología, nacer es poseer un punto de referencia sobre la trayectoria con que se ha de ser consecuente durante toda la vida. El análisis, del evento celeste del nacimiento, amerita inicialmente tener presentes el signo natal y el ascendente, ya que permiten descubrir los rasgos propios de la personalidad. Este último es clave para diferenciar a todos aquellos que nacieron el mismo día, ya que cada dos horas hay un signo distinto que aparece por el lugar donde sale el Sol.