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El ascendente y el signo solar

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Como consecuencia de la conjugación de la traslación con la rotación terrestre, es factible determinar cuál es el signo que aparece por el horizonte local, ya que se trata del ascendente. La ciencia de los astros se sustenta en éste para elaborar diversas apreciaciones tendientes a diferenciar a todas las personas que nacieron un mismo día. Su valoración no sólo conlleva a precisar las tendencias, sino que es de gran estima para medir los ciclos a los que las personas están expuestas. Partiendo del ascendente todos los signos se acomodan en las casas de manera ordenada, dando pie a que las diversas áreas de la vida individual puedan ser abordadas con bastante puntualidad. Inevitablemente el primer elemento de juicio lo constituye el signo natal o el signo del mes y el segundo el signo ascendente, sólo que la clave está precisamente en la manera como se entrelazan y qué es aquello que está en pugna o en sintonía. Por ejemplo, si una persona nace bajo Aries y su ascendente también es Aries, significa que posee todos los atributos de su signo en el nivel más alto o si su signo natal es Tauro y su ascendente es Virgo, sucede que estos dos signos pertenecen al elemento Tierra, lo cual describe a una persona concreta, práctica, realista y supremamente lógica. Las divergencias son consecuencia de la lucha que pueda subsistir entre los elementos a los cuales pertenezcan estos signos, entre otros.