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Zodiaco trópico

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El zodiaco trópico se ampara la traslación de la tierra y tiene presentes las fechas solsticiales y equinocciales como sus referentes estructurales. La clave de su valoración se encuentra en el anual desplazamiento del sol por los signos y del retorno a su punto de partida que son los cero grados del signo de Aries. Su importancia estriba en que marca la pauta sobre el surgimiento de las estaciones y de los grandes cambios en los procesos vitales de la tierra.

 

En este zodíaco todos los años aproximadamente el 21 de marzo el sol siempre entra del signo de Aries en cambio en el zodíaco sideral cada 72 años está un grado antes y cada 2000 años 30° antes por lo cual, este análisis solo contempla la situación de las constelaciones y tiene en cuenta los detalles que le son propios.

Para comprender con mayor propiedad la gran diferencia entre los signos y las constelaciones puede decirse que cuando hablamos de la llegada de los signos primaverales es porque en el hemisferio norte estamos en primavera; si se habla que el sol está avanzando por los signos invernales es porque en el hemisferio norte estamos en invierno, en cambio, en el zodíaco sideral cuando el sol avanza por los signos invernales no estamos en invierno en el hemisferio norte y si estamos en esta estación, de aquí a 13.000 años, será verano en la misma fecha. Cosa contraria ocurre con el zodiaco trópico que al iniciar el signo de Aries hoy mañana y siempre en el hemisferio norte se evidencia la primavera, lo que en su conjunto se deriva del movimiento axial del eje de la tierra.

El zodiaco trópico está emparentado con los procesos vitales terrestres ya que evidencia en los hechos la congruencia entre lo que pasa en el cielo y en la tierra. Por tal motivo logró preservarse y mantenerse con el transcurrir del tiempo, ya que es la clave de una moderna ciencia llamada Cronobiología, dados los enormes campos de acción que le son propios sobre la vida. Hay quienes inclusive a este zodíaco le llaman el ‘zodíaco de los signos’ o el ‘zodíaco de las estaciones’ dado que los tiene presentes y no se apoya en las estrellas para sus análisis.

Cabe señalar que los dos zodiacos (el sideral y el trópico) difieren en el referente en el cual se amparan, pero están en el mismo espacio de la bóveda celeste y tienen en cuenta el movimiento de los planetas solo que en el uno los valora moviéndose por los signos y en el otro por las constelaciones. Por esa razón bien se puede plantear que si existe una conjunción de Júpiter con Venus bajo un signo zodiacal específico, cuando se aprecia este suceso a la luz de las constelaciones coincide con una diferente.