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Diversos enfoques sobre los tránsitos

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En el ámbito astronómico la palabra tránsito alude al desplazamiento de un cuerpo celeste de menor tamaño, con respecto a otro de mayor envergadura, lo que se evidencia con los planetas de nuestro sistema solar en el sentido que, al girar en torno al sol, realzan la importancia del foco en el que nos amparamos para elaborar las respectivas mediciones. La llegada de un tránsito cuenta con repercusiones tangibles en áreas específicas de nuestra vida, dando pie a que entren en un proceso de transición del que no tenemos control. Por ejemplo, ante un inminente cambio de empleo, no podemos discrepar ni resistirnos, sino por el contrario, armonizar ya que se trata de una situación más allá de nuestras manos, lo que hace entrever que nos corresponde vivirla. Un tránsito astrológico manifiesto durante determinado tiempo se impacta en áreas específicas y se convierte en la fuente que abre las puertas para mirar hacia horizontes inusitados que impactan en ámbitos puntuales que puede ser una empresa, un carro, un barco, un avión, una casa, una finca etc., pero también en los seres vivos.

Los tránsitos y la astronomía

Aunque la astronomía contempla que los tránsitos planetarios son aquellos que se producen entre un planeta cualquiera del sistema solar y el sol por un lado y por otro, cuando se conjugan dos astros en movimiento y el más rápido se conecta con el lento en un instante dado. Estos hechos en el mundo astrológico son la el puntal para elaborar apreciaciones de orden colectivo, tal cual lo hace la astrología mundial que analiza sucesos de carácter global.

Por ser el sol el eje gravitatorio del sistema solar, todos los planetas que lo componen se desplazan a su derredor, lo que los hace ver como referentes estratégicos. De la misma manera y a la luz del geocentrismo, la tierra es la clave de los análisis, de allí que sea factible concluir que los planetas para quien aprecia las cosas desde la tierra giran en torno al globo terráqueo y esto incluye al sol y a la luna.

La dinámica vital terrena lleva en su seno significativas sincronías con las estrellas, tal cual lo evidencian las investigaciones propias de la cronobiología, lo que refuerza la teoría que hace ver el cielo de nacimiento como el soporte de la sincronía manifiesta con respecto al universo; bien puede decirse que los planetas del natalicio de una persona son su punto de partida o el referente estructural que permite valorar las fuerzas latentes o las potencialidades que se poseen y además de eso, constituyen el puntal de los ciclos y el receptáculo de los diversos procesos estelares a los que el ser humano se expone.

El peso de los tránsitos

Aunque existen variadas formas de apreciar la presencia de los planetas que se desplazan cotidianamente y que se reflejan en los puntos sensibles de la carta natal individual, surge un enconado conflicto teórico entre lo que significa la correspondencia y la influencia de los astros (tema que se aborda en otros artículos). Lo cierto es que en su conjunto se puede pensar que los tránsitos se comportan como testigos de un proceso biológico cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, en el sentido que hablan de lo que en realidad está ocurriendo en lo profundo de las células y en lo más entrañable del ser humano, pero que se expresa en lo exterior por medio de eventos o de cambios.

Los tránsitos individuales

Es usual que las personas que poseen cierta proximidad con la astrología digan ‘tengo a plutón en tránsito sobre mi luna’ o ‘Marte por estos días afecta a mi sol natal’ y así sucesivamente, lo que constituye una manera de referirse a la forma en que los planetas de la cotidianidad entran en contacto con los astros natales, lo cual es el referente del camino que se pretende recorrer.

Los planetas en tránsito tienen injerencia en escenarios macro o de orden colectivo y también en aquellos de menor envergadura propios de la dinámica vital individual.