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Los planetas y la Astrología

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El cielo natal, como reflejo de las vidas pasadas, posee en forma potencial el soporte de la futura trayectoria. Aunque los astros tienen movimientos permanentes, los de la fecha natal se detuvieron de una manera figurada y estarán quietos durante toda la vida. Como puntos luminosos fijos, establecen la pauta de la claridad con que se ha de ser consecuente, ya que son como ventanas abiertas por las que sale y entra la luz y la energía. Es como si representase el sistema nervioso, dado que cuando un astro entra en contacto con algún planeta natal, inmediatamente se produce una reacción. Las apreciaciones pueden efectuarse al tomar un punto de referencia, que puede ser el nacimiento de una empresa, de un animal, de un ser humano, de un negocio, de un poblado, ciudad, país o un evento cualquiera, sea y cual sea su condición.

Los Tránsitos

Mientras más lento sea el movimiento del astro en tránsito, más fuerte será su presión por esto a la hora de querer valorar sus márgenes de influencia se debe tener presente, en su totalidad, el tiempo de acercamiento y alejamiento al planeta natal. Pero como es obvio, la máxima influencia se expresa con un margen de un grado. La conjugación de los planetas en tránsito con los natales, por medio de los aspectos, exige tener en cuenta el tipo de planetas, (lentos y rápidos) y de aspectos (mayores y menores). Los lentos (Urano, Neptuno, Plutón, Saturno y Júpiter) y los aspectos mayores (oposición, trígono, conjunción cuadratura y sextil) son los más importantes y los que se deben considerar, como el soporte de la interpretación. Los rápidos, en la mayoría de los casos, no tienen implicaciones de gran valor, ya que su paso es fugaz y el efecto que producen es pasajero y casi imperceptible. Los lentos, comúnmente, plantean transformaciones, cuya influencia puede permanecer varios años, lo cual depende de su velocidad.